Todos opinamos, criticamos, recomendamos, felicitamos, dejamos de seguir, damos likes, cada día ante cada suceso o evento. La gran mayoría de los ciudadanos publica su opinión y conversa con otros ciudadanos. Esto es mágico e inédito. La libertad de expresión vive su época más exitosa y transparente. Lo que antes ocurría en un modesto comedor, en una gran oficina, en un pequeño grupo en el pub, en el portal de la comunidad, en la comida de los domingos…hoy sucede, digitalmente, cada segundo. El cambio, la transformación, es de unas dimensiones titánicas.