Fabricar textos, fotos, vídeos y audios: En busca de contenidos originales y el olvido del «play back digital»
Madrid, 17 de enero del 2014.- Los contenidos originales, exclusivos, únicos son el nuevo tesoro de empresas y consumidores. La infoxicación, y Google, necesitan un gran volumen de datos, pero si son de calidad, mucho mejor. Entonces, ¿qué pensarias si 20 presentadores de televisión venden una información exactamente con la misma frase?…
Contradictoriamente, la existencia de buscadores en Internet es la que nos lleva a copiar y pegar contenidos (texto, fotos, vídeos y audio) constantemente. Es decir, ordenan el mundo digital, lo jerarquizan con algoritmos secretos, pero nos desaniman en la producción de contenidos originales. Twitter es otro magnífico ejemplo. Numerosas empresas gestionan su cuenta corporativa, su número de seguidores, símplemente republicando lo que se encuentran en su Timeline, sin apenas explicar su valor añadido, diariamente. Hemos evolucionado del: ¡ Que inventen otros¡ a ¡Que publiquen otros¡.
La construcción de la reputación corporativa (al igual que la reputación personal o profesional) no se puede dejar en manos de terceros. Cualquier empresa existe por y para su cartera de clientes y éste valor se fundamenta en una serie de bienes tangibles e intangibles. Son exclusivos y únicos, por ejemplo:
- La forma de producir un producto o la forma de prestar un servicio. Bajo los formatos estándar siempre hay pequeñas diferencias, vinculadas al talento humano, el uso de la tecnología, o símplemente al conocimiento acumulado por años de experiencia.
- El trato con el cliente. Desde la amabalidad, corrección y simpatía en cualquier llamada telefónica, contestación a un email o a un tweet. Hasta la sensibilidad en las reclamaciones de servicios, pagos, etc.
- La posición en el mercado. Toda compañía tiene una razón de ser y una vez que es consciente de su hueco en el mercado debe gestionarlo, mejorarlo en cada uno de los ejercicios.
- El prestigio, la excelencia, la calidad y la innovación son valores asociados a una marca. Y deben ser explicados y defendidos por dicha marca, no por un tercero, ajeno.
- El discurso digital que fundamenta su reputación on line. El qué digo, cómo lo digo, por qué lo digo, cuándo lo digo, y dónde lo digo es una responsabilidad exclusiva de cada sociedad, cada marca. Una marca no debería quedarse muda en Internet. Una marca no debería hacer «play back digital», abrir la boca y que otros hablen por ella. Al final, sólo hablarán 10, y los otros 1.000 moverán los labios. Espero que esto sólo sea una metáfora y nunca una realidad.
El videomarketing, inboundmarketing, el marketing de contenidos son y serán las estrategias más seguras para cimentar los contenidos originales y olvidar tanto «play back digital». De momento, el vídeo anterior se repite todos los días, a todas horas, en la gran mayoría de los países.