El brillante gurú digital, Brian Solis, fue uno de los primeros en utilizar el concepto: “engagement” aplicado a las comunidades digitales. Su traducción al castellano nunca ha sido fácil, pero me atrevo a denominarlo: “pegamento”. La economía digital que disfrutamos desde la creación de Internet (1969) nos permite generar grupos de personas, alrededor de nuestra vida personal y profesional. De cada uno de nosotros depende la calidad del pegamento con ese conjunto de personas. Habrá seres humanos que se acercarán a tu perfil y se irán rápidamente (ojo con esta tasa de rebote). Otros se acercarán, llamarán a la puerta y si les interesa entrarán en tu vida. Cada persona guarda los intereses con sus contemporáneos. En cualquier caso, el engagement, el pegamento no se compra.