La recesión de los perfiles profesionales es otra revolución cultural, muy pegada a las grandes innovaciones tecnológicas de los últimos 10 años. Hoy, cualquier persona presume de hacer cualquier trabajo. Incluso por encima de la estadística, y de los resultados, tangibles o intangibles. Se prima más el arrojo irresponsable e impresentable de ciertos individuos sin currículo, ni trayectoria. Individuos que se arrastran por las empresas y las dejan vacías de continente y contenidos. No importa. Es el momento ideal de volver a releer «Animal Farm» de George Orwell (1945). Seguro que cada uno encuentra paralelismos en sus vidas personales y profesionales.